La alguería no puede incluirse en la Nueva ley de Pesca porque esta palabra no existe. ¿En serio, señores diputados?
Por: Nibaldo Yánez y Teresa Nilo, voceros de la Coordinadora Nacional de Algueras y Algueros de Chile (CONAACH)
El 5 de agosto, los algueros y algueras de Chile recibimos un bofetón. Ese día, se negó a miles de hombres y mujeres que viven del desembarque de uno de los recursos más importantes para la economía chilena la oportunidad de reconocer y diferenciar su trabajo con algas, de la pesca.
La alguería es una actividad representativa en los desembarques de Chile, solo superada por las pesquerías de anchoveta y sardina. Resulta imposible aceptar que la Nueva Ley de Pesca no reconozca esta realidad y que un planteamiento tan limitado, como que la palabra alguería no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, haya sido respaldado con tres votos y una abstención.
La CONAACH consideró a la propuesta de una Nueva Ley de Peca, desde el primer momento, como una oportunidad única e histórica para poner sobre la mesa un tema que parece invisible a los ojos de la sociedad y de nuestros políticos: el estado de las algas, la situación de los algueros y algueras, y la sostenibilidad de la actividad.
Durante un año, visitamos a diputados, autoridades de la Subsecretaría de Pesca, representantes de organismos nacionales e internacionales de conservación y de organizaciones pesqueras amigas para exponerles la situación del sector y la importancia de su ordenamiento. Las respuestas fueron siempre positivas. La factibilidad de contar con estos apoyos nos motivó aún más a ejercer nuestro derecho a la participación y preparar una propuesta de indicaciones para que fuera presentada a debate en el marco de las discusiones de la Nueva Ley de Pesca.
El 5 de agosto era un día clave en el calendario de la CONAACH. La diputada Daniella Cicardini había acogido nuestras propuestas para que fueran sometidas a discusión. Toda la preparación y el esfuerzo se desvanecieron en cuestión de minutos. El documento que de manera seria y rigurosa habíamos preparado con apoyo de especialistas en temas ambientales y legales, no pasó el “escrutinio” de dos diputados de la ante la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados: Leonidas Romero Sáez y Cristián Labé Martínez.
Textualmente, vamos a citar sus opiniones a nuestra propuesta:
Leonidas Romero Sáez: “Lamento que la diputada Cicardini siga inventando palabras… Alguería en algunos países de América es donde se guarda el algodón. Entonces, voy a votar en contra. Si queremos tener una buena ley de pesca, honesta y transparente, no inventemos diccionarios. Yo no comparto lo de alguería y voy a votar en contra”.
Cristián Labé Martínez: “Alguería no estaba predefinido anteriormente porque probablemente no existía el concepto. Es nuevo, no es nuevo; existe, no existe, voy en la línea del diputado Romero”.
Señores diputados, dos explicaciones que pueden traer luz a su nivel básico de análisis:
- En derecho, cuando se inventa una palabra o definición para hacer frente a algo que existe y que es necesario regular, se demonina NEOLOGISMO. Por lo tanto, la alguería es correcta.
- Según la Real Academia de la Lengua Española, la ausencia de una palabra en el diccionario no implica que sea incorrecta. Por lo tanto, la palabra alguería EXISTE, y el que ustedes no la hayan escuchado (algo que llama nuestra atención, porque en el espacio de los recolectores de orilla es ampliamente utilizada), no significa lo contrario.
- En la discusión de la Nueva Ley de Pesca, como bien lo señaló unos minutos después, Julio Salas, Subsecretario de Pesca y Acuicultura, se han aprobado alrededor de 85 conceptos. Por qué anular la alguería, cuando resulta relevante y estratégico no solo para los algueros y algueras, sino para el desarrollo y la economía del país.
Efectivamente, fue un bofetón. Pero, nosotros, los algueros y algueras de Chile, reunidos en la CONAACH no descansaremos en nuestra lucha para que se reconozca a la alguería como una actividad única y diferente a la pesquería en la Nueva Ley de Pesca.
Nos alienta el respaldo de organizaciones como la Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal, que, a través de Hernán Cortés, se ha unido a esta cruzada para informar por qué es importante hacer esa diferenciación, en un esfuerzo por visibilizar otro grave problema que enfrenta la pesca artesanal y que se relaciona con las cuotas de pesca que declara la industria, frente a las tiene en la realidad.
Nuestra organización amiga, la Red de Mujeres por la Pesca, a través de Sara Garrido, ha sido clara en comunicar que “desconocer la alguería, significa desconocer a un 80% de las 25 mil mujeres que cuentan con Registro Pesquero Artesanal en Chile y que trabajan como algueras”. La Red Nacional de Mujeres de la Pesca no dudó en reconocer el trabajo realizado por la CONAACH para “poner a este recurso en el lugar que se merece y defender sus propuestas en el marco de la discusión de la Nueva Ley de Pesca”.
La CONAACH espera que las nuevas instancias a las que apelará para insistir en que la alguería forme parte de la Nueva Ley de Pesca, cuenten con representantes mejor informados y más conscientes sobre el papel que están cumpliendo como representantes de la sociedad chilena, que debería estar a la altura y responder a la realidad del territorio.